Contexto histórico
El método de Respuesta física total (TPR
por sus siglas en inglés) fue publicado por James Asher en 1977. Esta propuesta surge ante el
descontento por los métodos enseñados durante esa época, como el de traducción
o el audiolingua, los cuales se basaban en la enseñanza a través de la
repetición y la exigencia de perfección en la pronunciación.
Principales exponentes
Este método de
enseñanza fue desarrollado por James Asher, profesor de psicología de la
Universidad Estatal de San José (California).
Lineamientos
Asher ve el aprendizaje de una segunda lengua por los adultos como un
proceso paralelo a la adquisición de una primera lengua por los niños, en
cuanto al hecho de que la lengua que se dirige a los niños consiste
fundamentalmente en órdenes a las cuales ellos responden físicamente antes que
verbalmente, y considera que los adultos deberían repetir estos procesos de
adquisición de lengua materna para aprender una segunda lengua.
Los ejercicios con imperativos constituyen la actividad de clase más
importante. También se recurre a las improvisaciones basadas en situaciones
cotidianas y a la presentación de diapositivas.
En un principio puede que no se requieran materiales propiamente ya que las
acciones y gestos del profesor serán suficientes. Conforme el proceso avanza,
el profesor puede utilizar objetos habituales de clase (bolígrafos, libros,
muebles) hasta llegar progresivamente a necesitar materiales más específicos
para apoyar aspectos concretos de la enseñanza y situaciones específicas como
la casa, el supermercado y la playa (fotos, objetos, diapositivas y murales).
Los diálogos de conversación tienen lugar luego de las 120 horas de clase.
A los estudiantes se les anima a hablar hasta que se sientan preparados para
hacerlo, cuando ya han incorporado una base lingüística suficiente
Rol del profesor
Tiene un papel activo y directo en la RFT. Su principal responsabilidad es
exponer al estudiante a la lengua meta para que pueda asimilar sus reglas
básicas. Él es quien decide qué se enseña, quien selecciona los materiales de
apoyo para la lección. El profesor controla la lengua que recibe el alumno, la
cual constituye la materia prima del “mapa cognitivo” que el estudiante irá
trazando en su mente.
Asher recomienda que el docente lleve ya planificadas y escritas las nuevas
oraciones y mandatos que introducirá, y que no las cree espontáneamente.
También debe ir preparado y muy organizado para que la clase fluya.
El profesor debe permitir que la habilidad oral del alumno se desarrolle a
su propio ritmo, es decir, de manera natural.
Rol del estudiante
Los alumnos desempeñan sobre todo los papeles de escuchar y actuar. Escucha
con atención al profesor y responden físicamente a las órdenes enunciadas por
éste. En este proceso, van aprendiendo elementos nuevos, los cuales deben
reconocer para reaccionar a ellos según se espera.
Presencia de la gramática
La gramática se enseña de forma inductiva, ya que este método requiere que
la atención se centre en el significado más que en la forma de los elementos de
la lengua. En este sentido, se diferencia de los métodos que funcionan con una
visión estructural o gramatical.
De acuerdo con Richards y Rodgers (2003), el análisis de los tipos de
ejercicios empleados en las clases de RFT revela el uso de un programa basado
en oraciones que parte de criterios gramaticales y léxicos para seleccionar los
elementos de enseñanza.
Manejo de los errores
En este tema se hace la analogía de los padres con sus hijos, que cuando
están pequeños y poseen un dominio incipiente de la lengua permiten mayor
cantidad de errores y se interrumpe poco para hacer correcciones para no
inhibir la producción oral, pero posteriormente esa tolerancia disminuye
conforme se va desarrollando la lengua del alumno y la intervención del
profesor para la corrección es mayor.
Ejemplo
de actividad
Título: Simón
dice
Objetivo general.
Reconocer sustantivos y adjetivos en plural y singular.
Indicación. Todos
los alumnos y el profesor se forman en un círculo. El profesor enunciará y
ejecutará un comando con estructuras en singular. Los estudiantes lo repiten.
Seguidamente repetirá el comando con las estructuras en plural para que los
estudiantes reconozcan las diferencias. Se enuncian los comandos con la frase:
“Simón dice…”
Ejemplos de
comandos.
-
Levante
la mano/Levante las manos
-
Tóquese
la oreja/Tóquese las orejas
-
Tápese
un ojo/Tápese los dos ojos
-
Tóquese
una rodilla/Tóquese las rodillas
-
Tome
a un compañero de la mano/Tome a dos compañeros de la mano
-
Sacuda
una pierna/Sacuda las dos piernas.
-
Dé
una vuelta/Dé dos vueltas.
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