sábado, 5 de noviembre de 2016

Respuesta Física Total (RFT)

Contexto histórico

El método de Respuesta física total (TPR por sus siglas en inglés) fue publicado  por James Asher en 1977. Esta propuesta surge ante el descontento por los métodos enseñados durante esa época, como el de traducción o el audiolingua, los cuales se basaban en la enseñanza a través de la repetición y la exigencia de perfección en la pronunciación.

Principales exponentes

Este método de enseñanza fue desarrollado por James Asher, profesor de psicología de la Universidad Estatal de San José (California).


  Lineamientos

Asher ve el aprendizaje de una segunda lengua por los adultos como un proceso paralelo a la adquisición de una primera lengua por los niños, en cuanto al hecho de que la lengua que se dirige a los niños consiste fundamentalmente en órdenes a las cuales ellos responden físicamente antes que verbalmente, y considera que los adultos deberían repetir estos procesos de adquisición de lengua materna para aprender una segunda lengua.
Los ejercicios con imperativos constituyen la actividad de clase más importante. También se recurre a las improvisaciones basadas en situaciones cotidianas y a la presentación de diapositivas.
En un principio puede que no se requieran materiales propiamente ya que las acciones y gestos del profesor serán suficientes. Conforme el proceso avanza, el profesor puede utilizar objetos habituales de clase (bolígrafos, libros, muebles) hasta llegar progresivamente a necesitar materiales más específicos para apoyar aspectos concretos de la enseñanza y situaciones específicas como la casa, el supermercado y la playa (fotos, objetos, diapositivas y murales).
Los diálogos de conversación tienen lugar luego de las 120 horas de clase. A los estudiantes se les anima a hablar hasta que se sientan preparados para hacerlo, cuando ya han incorporado una base lingüística suficiente

Rol del profesor
Tiene un papel activo y directo en la RFT. Su principal responsabilidad es exponer al estudiante a la lengua meta para que pueda asimilar sus reglas básicas. Él es quien decide qué se enseña, quien selecciona los materiales de apoyo para la lección. El profesor controla la lengua que recibe el alumno, la cual constituye la materia prima del “mapa cognitivo” que el estudiante irá trazando en su mente.
Asher recomienda que el docente lleve ya planificadas y escritas las nuevas oraciones y mandatos que introducirá, y que no las cree espontáneamente. También debe ir preparado y muy organizado para que la clase fluya.
El profesor debe permitir que la habilidad oral del alumno se desarrolle a su propio ritmo, es decir, de manera natural.


Rol del estudiante
Los alumnos desempeñan sobre todo los papeles de escuchar y actuar. Escucha con atención al profesor y responden físicamente a las órdenes enunciadas por éste. En este proceso, van aprendiendo elementos nuevos, los cuales deben reconocer para reaccionar a ellos según se espera.


Presencia de la gramática

La gramática se enseña de forma inductiva, ya que este método requiere que la atención se centre en el significado más que en la forma de los elementos de la lengua. En este sentido, se diferencia de los métodos que funcionan con una visión estructural o gramatical.
De acuerdo con Richards y Rodgers (2003), el análisis de los tipos de ejercicios empleados en las clases de RFT revela el uso de un programa basado en oraciones que parte de criterios gramaticales y léxicos para seleccionar los elementos de enseñanza.


Manejo de los errores

En este tema se hace la analogía de los padres con sus hijos, que cuando están pequeños y poseen un dominio incipiente de la lengua permiten mayor cantidad de errores y se interrumpe poco para hacer correcciones para no inhibir la producción oral, pero posteriormente esa tolerancia disminuye conforme se va desarrollando la lengua del alumno y la intervención del profesor para la corrección es mayor.

Ejemplo de actividad 

Título: Simón dice

Objetivo general. Reconocer sustantivos y adjetivos en plural y singular.

Indicación. Todos los alumnos y el profesor se forman en un círculo. El profesor enunciará y ejecutará un comando con estructuras en singular. Los estudiantes lo repiten. Seguidamente repetirá el comando con las estructuras en plural para que los estudiantes reconozcan las diferencias. Se enuncian los comandos con la frase: “Simón dice…”

Ejemplos de comandos.

-          Levante la mano/Levante las manos
-          Tóquese la oreja/Tóquese las orejas
-          Tápese un ojo/Tápese los dos ojos
-          Tóquese una rodilla/Tóquese las rodillas
-          Tome a un compañero de la mano/Tome a dos compañeros de la mano
-          Sacuda una pierna/Sacuda las dos piernas.

-          Dé una vuelta/Dé dos vueltas. 

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